sábado, 11 de julio de 2015

Cómo salir de la mediocridad

Por James Altucher

Todos no podemos ser grandes visionarios. Todos no pueden ser Picassos. Queremos tener nuestro negocio, o vender nuestro arte, hacer algo de dinero, levantar una familia, y ser felices, pero siento que obsesionarse con la grandiosidad es la ruta más rápida hasta el fracaso. Pero si quieres tener tiempo para tus hobbies, levantar una familia decente, y disfrutar de la puesta de sol con tu cónyuge en alguna ocasión, ahí van algunas recomendaciones efectivas.

Procastinación

La procastinación (o querer dejar las cosas para luego) es un poco cuando tu cuerpo te dice que necesitas descansar un poco y pensar más acerca de lo que estás haciendo. Puede significar que lo que estás haciendo no es tu fuerte, y que quizás sea mejor que lo delegues. Hay emprendedores que lo intentan hacer todo, cuando sería más barato y efectivo delegarlo, incluso si hay costes monetarios asociados.

Intenta averiguar por qué dejas las cosas para luego. Quizás necesitas pensar más para mejorar una idea. Quizás la idea no es tan buena. Quizás necesitas delegar algo. Quizás necesitas aprender más. Puede que no disfrutes de lo que estás haciendo. Puede que no te guste el cliente con cuyo proyecto estás trabajando, o puede que necesites un descanso.

Hacer menos cosas a la vez

Existe el mito de que los grandes genios pueden hacer varias cosas al mismo tiempo. Puede que sea verdad, pero no es mi caso, y tengo pruebas estadísticas. Soy adicto a jugar al ajedrez online, y tengo la costumbre de hacerlo también cuando hablo por teléfono. Cuando suena el teléfono, me acerco a la computadora para hacer una partida de un minuto. He comparado las estadísticas de cuando juego hablando por teléfono y cuando solamente estoy concentrado en el juego, y hay una gran diferencia.

Imagina lo que pasaría si estuviese hablando y conduciendo, en lugar de jugar al ajedrez, o respondiendo e-mails, si la inteligencia baja significativamente al hacer dos cosas al mismo tiempo.

Así que, quizás los genios puedan hacer varias cosas al tiempo. Pero como la mayoría no lo somos, es mejor hacer una cosa al tiempo. Cuando te laves las manos, escucha el sonido del agua, siente el agua en las manos, frota cada parte. Concéntrate en lo que estás haciendo.

A menudo, los emprendedores mediocres de éxito, deben centrarse en hacer CERO cosas. No hacer nada. Siempre sentimos que tenemos que "hacer algo", nos sentimos avergonzados si no lo hacemos. Pero a veces es mejor quedarse quieto y tranquilo, y no pensar en nada. Del silencio nace la mayor creatividad, no cuando estamos constantemente a la carrera.

Maneja los fracasos

Según tengo entendido, Larry Page nunca falló. Pasó de la escuela de graduados a los millones. Lo mismo para Mark Zuckerberg, Bill Gates y unos cuantos otros. Pero, una vez más, la mayoría somos bastante mediocres, y eso significa que a menudo fallaremos PERO NO SIEMPRE.

Recuerdo una vez que estaba intentando convencer a la madre de Tupac para hacer el sitio web de su hijo fallecido. Tenía mi trabajo en un CD, y fui a la oficina del manager de Tupac. Él me dijo "muéstrame lo que tienes". El único problema es que nunca había utilizado un ordenador con Windows, solo Macs y ordenadores con Unix, así que no tenía ni idea de como poner mi CD en esa computadora y mostrar su contenido. Y eso que había estudiado informática en la universidad. El mánager dijo: "esto tiene que ser una broma".

Era un contrato de 90.000 dólares, y era cosa hecha hasta que entré en esa oficina, pero dejé aquella oficina llorando, mientras aquel hombre se reía. Cuando volví a mi oficina todos me preguntaron "¿Cómo fue la reunión?". Dije "Creo que bastante bien". Luego me fui a casa y lloré otro rato.

Después me compré un PC con Windows y aprendí a usarlo.

Es mucho más fácil aprender de los fracasos. Y el emprendedor mediocre aprende dos cosas de ellos: Primero, aprende a vencer ese fracaso en particular. Segundo, aprende a manejar la psicología del fracaso. Los emprendedores mediocres fallan muchísimo, así que obtienen la increíble habilidad de hacerse muy buenos en el manejo de los fracasos, lo cual se acaba traduciendo en éxito monetario.

El emprendedor mediocre entiende que la perseverancia no es una frase hecha de autoayuda. La clave es "Sigue fallando hasta que, accidentalmente, no falles más". Esa es la persistencia.

No seas original

Nunca he tenido una idea original en mi vida. Mi primer negocio de éxito fue hacer software para webs y páginas webs para empresas. No era una idea original, pero en los 90 la gente estaba pagando mucho por cosas así. Mis inversiones exitosas fueron las que copie de otros, convencido de que esos otros inversores eran más listos que yo.

El 100% de mis fracasos como inversor fueron las situaciones donde pensé que era muy listo, y no lo soy. Soy mediocre. Las mejores ideas se producen cuando tomas dos ideas ya viejas, que no tienen nada que ver la una con la otra, las unes, y montas un negocio con el resultado. Nadie cree que puede funcionar al principio. Mira estos ejemplos:

Facebook: combinar Internet con los paseos ¡Asombroso! (la gente se volvió loca publicando las fotos de sus salidas a todas partes), y por cierto, fue como el quinto intento de crear una red social así.

Twitter: combinar Internet  con los anticuados protocolos SMS. ¡Horrible! pero funciona.

Ebay: combinar el comercio electrónico con las subastas.

La canción "I'll be there" combinó a Mariah Carey con Michael Jackson. Si Justin Bieber cantara la canción "Imagine" de John Lennon, seguro que sería un gran éxito. Quizás hasta me diese por escucharla.

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